La inflación, así como el aumento de los tipos de interés, ha supuesto un mal cierre de año para el mercado inmobiliario, aunque los expertos señalan que España podría librarse de la recesión técnica que está prevista para el 2023.
"La progresiva pérdida de poder adquisitivo hace que los hogares españoles vuelvan a mirar hacia el ahorro y pospongan sus decisiones de compra de vivienda", revela Ferran Font, director de Estudios de pisos.com.
El experto señala que "hasta el verano, el ritmo de las operaciones ha sido extraordinario. El ahorro acumulado favoreció las transacciones en un intento de los ciudadanos por protegerse de la inflación y aprovechar las extraordinarias condiciones de financiación, pero el cambio de postura del BCE ha sido todo un punto de inflexión".
El mercado inmobiliario se adapta a la situación
A raíz de esto, explica que las previsiones para el nuevo año va a ser la adaptación del sector, que gira hacia otras fórmulas, como el alquiler con opción a compra o la cesión en uso. Igualmente, la nuda propiedad y la hipoteca inversa son otras dos de las opciones que menta.
De este modo y de cara a 2023, "un retroceso profundo es poco probable porque la vivienda viene de tocar suelo tras el desplome de 2008. Es obvio que hay micromercados donde los contrapesos no están calibrados, pero la distancia frente a los máximos permite que hablemos de un mercado bastante proporcionado. Es por ello que se baraja una horquilla para 2023 de mínimo un -1% si la inflación tarda en controlarse y de máximo un 3% si el escenario mejora a partir de primavera", indica Font.