Mes tras mes, este se encarama a nuevos récords y exhibe cifras que España no veía desde los tiempos del boom inmobiliario de principios de siglo. Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha detallado que el pasado mes de julio se registraron en toda España 50.258 compraventas de vivienda. Se trata de un incremento de apenas 2.000 operaciones respecto a junio, pero marca el hito de superar las 50.000, una barrera que el sector inmobiliario español no había superado desde abril de 2008.
El momento entonces era muy distinto: España venía de años de intenso crecimiento y se precipitaba hacia el estallido de una burbuja inmobiliaria que asoló el sector durante años. Ahora es la salida de una crisis, en este caso provocada por un factor externo (la pandemia), lo que está provocando un repunte de la demanda, que durante meses estuvo estancada. Eso hace prácticamente inservible la comparación con el año anterior: las cifras publicadas este miércoles por el INE suponen que este julio se han vendido un 53,5% más de casas que en julio de 2020, pero entonces apenas se vivían las primeras etapas del desconfinamiento y lo que se denominó la “nueva normalidad”. En términos acumulados, de enero a julio de este año hay un 34,5% más de operaciones que en el mismo periodo del año pasado.
Más relevante es la comparación con 2019. En comparación con julio de hace dos años, el mercado ha subido un 4%. Si tenemos en cuenta que el año pasado durante el mismo mes había caído más de un 32% la venta de casas, parece que aún queda mucho por recuperar todo lo perdido. En la misma línea apuntan igualmente las estadísticas notariales, que se consideran un indicador avanzado del camino que marcan las del INE, que al basarse en los registros de la propiedad suelen tener un desajuste entre uno y dos meses. Y los notarios han seguido apuntando a una intensa recuperación del mercado durante el verano pasado.
Las estadísticas notariales también van en la misma dirección, se consideran un indicador adelantado de la trayectoria trazada las del INE, que, en base a los registros generalmente tienen un rezago entre uno y dos meses. Y los notarios han seguido indicando una fuerte recuperación del mercado durante el verano pasado.
Tanto la obra nueva como la segunda mano siguen creciendo con fuerza, si bien es la vivienda usada, que representa un 81% del total, la que registra un crecimiento mayor desde hace dos meses. No obstante, en julio se realizaron 9.510 operaciones de compraventas de vivienda nueva, lo que supone un incremento interanual del 40,2% respecto a 2020. “La vivienda de obra nueva está viviendo un auge sin precedentes desde el estallido de la pandemia por diversas razones. Una de ellas es porque suelen tener espacios comunes como jardines o piscinas y en la mayoría de los casos cuentan con terraza, características que se han vuelto imprescindibles para los españoles que buscan vivienda después del confinamiento”, explica Matos. “Otro motivo importante viene de la mano del teletrabajo. El hecho de no tener que ir cada día a la oficina está haciendo que muchos españoles abandonen las ciudades y se esté comprando vivienda en la periferia y es ahí donde se encuentra gran parte de la oferta de obra nueva”, añade Matos.
Por comunidades, Andalucía lideró el mercado en julio con más de 10.000 operaciones, seguido de Cataluña y Madrid, que se situaron por encima de las 7.000. Navarra y La Rioja se encuentran a la cola y no llegaron a las 500 transmisiones en julio. Todas las comunidades crecieron respecto al año anterior salvo el País Vasco, que volvió a contraerse después de cinco meses de aumentos.